Se trata de uno de los alimentos con más alto contenido de calcio, fósforo, caseína (fosfoproteína (un tipo de heteroproteína) presente en la leche y en algunos de sus derivados) y otras proteínas, que componen el esmalte dental; disminuyen la placa bacteriana, activan la creación de saliva y conserva nuestra boca limpia de forma natural.
Muchos tipos de queso incitan igualmente el flujo salival, lo que ayuda a limpiar la cavidad bucal de restos de alimentos, amortiguando también el medio ácido. Después de las comidas el pH de la saliva desciende, pero el calcio y el fósforo del queso ayudan a prevenirlo.
Así pues, queda claro que los grandes beneficios del queso en los niños pasan por que mejora su salud dental, y eso sin duda es muy importante. En la infancia es cuando se desarrolla totalmente la dentadura, y conseguir que lo haga de forma sana es indispensable para que el pequeño pueda tener una boca sana el resto de su vida. Si a eso se añaden sus beneficios a nivel de calcio, estamos ante uno de los ingredientes más beneficiosos para los más pequeños.
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