Ciertamente, ser disciplinado no significa vivir una limitación o un estilo de vida restrictivo. Tampoco, significa renunciar a todo lo que te guste, o bien, a renunciar a la diversión y la relajación. Significa aprender a enfocar tu mente y las energías en tus metas y perseverar hasta que se llevan a cabo.
También significa cultivar una mentalidad por la que te riges por tus elecciones deliberadas y no por tus emociones, malos hábitos, o la influencia de los demás. La auto-disciplina te permite alcanzar tus metas en un marco de tiempo razonable y para vivir una vida más ordenada y satisfactoria.
Una vez que hayas decidido qué es lo importante para ti y cuales son las metas para esforzarte, debes establecer una rutina diaria que te ayudará a conseguirlos. Por ejemplo, si quieres comer de forma saludable o perder peso; resuelve comer varias porciones de frutas y verduras cada día y hacer ejercicio por lo menos media hora. Que sea parte de tu rutina diaria y parte de su edificación de auto-disciplina. Del mismo modo, deshacerse de algunos de sus malos hábitos auto-destructivos, sean cuales sean. Ellos te pueden poner en un estado de ánimo negativo y obstaculizar tu auto-disciplina. Recuerda una mala actitud también puede ser un mal hábito.
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