Pelar y cortar puede disminuir el aporte sobre todo de vitaminas hidrosolubles (C, B1 y ácido fólico) y fibra (que se encuentra mayormente en la piel del alimento).
Estas disminuciones no son relevantes cuando se consideran los beneficios obtenidos por el consumo de estos alimentos.
Las pérdidas serán en las zonas próximas al corte y no en el interior del alimento.
Es recomendable pelar y cortar el alimento justo antes de prepararlo o consumirlo.
Olla exprés: la cocción de esta forma supone la menor pérdida de nutrientes que otras opciones igual de saludables, como es el caso del hervido o el guisado.
Guisado: al ser una forma de cocción de larga duración pero a temperatura moderada se tienden a perder una menor cantidad de vitaminas.
Las vitaminas más sensibles a los cambios de temperatura son la vitamina C, el ácido fólico, la vitamina B1 y B6 que pueden ser completamente destruidas por la cocción.
Horneado: aunque depende del tiempo y la temperatura necesaria para la cocción del alimento, en general se producen mínimas pérdidas de nutrientes. Evidentemente, a mayor tiempo y mayor temperatura más pérdida de vitaminas.
Los nutrientes más estables, es decir, los que menos se alteran con la cocción son los hidratos de carbono, las proteínas y las grasas.
Fritura: a diferencia de lo que puede pensarse, se trata de una forma de cocción que en realidad destruye menos vitaminas. No obstante, no es una opción saludable como para elegirla diariamente.
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