El estrés conlleva un aumento de adrenalina en el cuerpo que conduce a un metabolismo más rápido, con el consiguiente mayor consumo de carbohidratos, proteínas o grasas.
Es una costumbre habitual,cuando estamos muy nerviosos o estresados, sentarnos delante de la televisión y experimentar el deseo irrefrenable de comer y beber cosas, especialmente alimentos dulces o bebidas dulces.
Los hidratos de carbono pueden desempeñar un papel importante en el control del estrés. Hay pruebas de
que una dieta rica en hidratos de carbono complejos contribuye a alimentar el cerebro y reduce el nivel de
estrés.
La ingestión de carbohidratos complejos calma al cerebro y proporciona una mayor paz para todo el
organismo.
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