lunes, 10 de noviembre de 2014

Hábitos Alimenticios Saludables para su Hijo


Al enseñar a tus chamos  hábitos saludables de alimentación, y el modelo que influye este comportamiento en ti misma, puedes ayudar a los niños a mantener un peso saludable y un crecimiento normal. Además, los hábitos alimenticios que los hijos recogen cuando son jóvenes les ayudará a mantener un estilo de vida saludable cuando sean adultos. 

El médico de tu hijo puede evaluar su peso y el crecimiento y te hará saber si tiene que perder o ganar peso o si tienen que hacer cualquier cambio dietético. 


Algunos de los aspectos más importantes de la alimentación saludable son el control de porciones y reducir la cantidad de grasa que comen los niños.

Formas sencillas para reducir la ingesta de grasas en la dieta del niño y promover un peso saludable:

* Alimentos Bajos en grasa o productos lácteos sin        grasa
* Los pollos y aves de corral sin piel
* Cortes magros de carnes
* Panes de grano entero y cereales
* Bocadillos saludables como frutas y verduras

Además, de reducir la cantidad de bebidas endulzadas con azúcar (refrescos, bebidas de cola, etc.) y la sal en la dieta del niño.


Si no estás segura acerca de cómo seleccionar y preparar una variedad de alimentos para tu familia, consulta con un nutricionista para consejos de nutrición. 

Es importante no realizar una dieta restrictiva si tu niño presenta problemas de sobrepeso. Los niños nunca deben ser colocados en una dieta restrictiva para bajar de peso a menos que un médico lo autorice por razones médicas.

Otros enfoques que los padres pueden tomar para desarrollar hábitos alimenticios saludables en sus hijos son:

.- Guía opciones de su familia en lugar de dictar los alimentos:

Haz una amplia variedad de alimentos saludables disponibles en la casa. Esta práctica ayudará a tus hijos a aprender cómo hacer una elección de alimentos saludables. Deja las opciones no saludables como papas fritas, refrescos y bebidas achocolatadas en el supermercado. Sirve agua con las comidas.

.- Anime a sus hijos a comer lentamente: 

Un niño puede detectar si tiene hambre y si esta satisfecho mejor cuando comen lentamente. Antes de ofrecer una segunda ración o porción, pídale a su hijo que esperar al menos 15 minutos para ver si realmente todavía tiene hambre. Esto le dará tiempo al cerebro para registrar la sensación de plenitud. Además, esa segunda porción (de ser necesaria) debe ser mucho más pequeña que la primera.


.- Coma comidas juntos como una familia tan a menudo como sea posible:

Trate de hacer las comidas agradable con la conversación y el intercambio de ideas, opiniones, historias, no un tiempo para regañar o discutir. Si las comidas son desagradables, los niños pueden tratar de comer más rápido para salir de la mesa tan pronto como sea posible. Luego, pueden aprender a asociar comer con estrés.

.- Involucre a sus hijos en la compra de alimentos y la preparación de las comidas: 

Estas actividades darán pistas sobre las preferencias alimenticias de tus hijos, la oportunidad de enseñarlos acerca de la nutrición , y proporcionarles un sentimiento de logros alcanzados. Además, los niños pueden estar más dispuestos a comer o probar los alimentos que ayuden a preparar.

.- Planifica bien los aperitivos: 

El picoteo continuo puede conducir a comer en exceso, pero los aperitivos programados en momentos específicos durante el día pueden ser parte de una dieta nutritiva, sin echar a perder el apetito de un niño al momento de la comida. Debes hacer meriendas nutritivas tanto como sea posible, sin privar a los hijos de papas fritas o galletas de vez en cuando, sobre todo en fiestas u otros eventos sociales.


.- Desalentar la costumbre de comer comidas o aperitivos mientras ven la televisión:

Trata de comer sólo en las áreas designadas de su casa, como el comedor o la cocina. Comer frente al televisor puede hacer que sea difícil prestar atención a la sensación de saciedad, y puede conducir a comer en exceso.

.- Anime a sus hijos a beber más agua: 

El consumo de bebidas y refrescos azucarados se ha relacionado con el aumento de las tasas de obesidad en los niños.

.- Trate de no usar la comida para castigar o premiar a sus hijos: 

La retención de alimentos como castigo puede llevar a los niños a preocuparse porque no van a tener suficiente comida. Por ejemplo, enviar a los niños a la cama sin cenar puede hacer que se preocupen de que van a pasar hambre. Como resultado, los niños pueden tratar de comer cada vez que tengan la oportunidad. Del mismo modo, cuando los alimentos, como los dulces, se utilizan como una recompensa, los niños pueden asumir que estos alimentos son mejores o más valiosos que otros alimentos. Por ejemplo, decirle a los niños que van a conseguir el postre si se comen toda la verdura envía el mensaje equivocado sobre las verduras.


.- Asegúrese de que las comidas de sus hijos fuera del hogar sean equilibradas: 

De ser posible indaga más acerca del programa de almuerzo escolar, o mejor empaca un almuerzo donde incluyas una gran variedad de alimentos. Además, de seleccionar los elementos más saludables cuando se coma en restaurantes.

.- Preste atención al tamaño de las porciones y los ingredientes: 

Lee las etiquetas de los alimentos y limita los alimentos con grasas trans (tipo de ácido graso que se encuentra en las comidas que comemos). Además, asegúrate de que sirves la porción apropiada como se indica en la etiqueta.

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